En otro arranque de locura y dispersión (quienes me conocen saben que no puedo hacer solo una cosa por vez), me uní a Belén y a su investigación con sulfatos. Ella, con sus preciosas y encantadoras muñecas; yo, siempre pensando en la cocina, no dejaba de imaginarme los azarosos resultados de mis bowls, aunque nunca pense que del horno saldrían cosas tan sorprendentes...
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